Darle espacio a tu creatividad es mucho más que tener ideas.
Es reencontrarte con vos misma. Es esa chispa que te enciende por dentro, ese pálpito que te impulsa cuando algo te atraviesa.
Es reconectar con tu esencia, tu intuición, tu espiritualidad. Es observar tus hábitos, cuestionar cómo pensás, cómo te hablás, cómo cuidás de vos. Es elegir vivir mejor, especialmente cuando lo hacés a través de proyectos que te apasionan.
Ser creativa es transformar tu vida. Es animarte a soltar expectativas, a disfrutar cada paso sin la presión del resultado final.
Crear no es solo hacer algo nuevo. Es descubrir quién sos. Es mostrarte al mundo, permitirte experimentar, probar, equivocarte, insistir. Es curiosidad. Es coraje.
No estoy acá para enseñarte a "crear" o a ser "creativa". Estoy para acompañarte a abrir ese espacio interno que quizás tenés dormido o subestimado. Para que te des permiso de pensar y vivir diferente, y de sacar al mundo eso que te arde por dentro. Para que asumas tu rol, reclames y defiendas tu lugar como creativa, incluso si aún no te considerás así. Y, sobre todo, para que aprendas a confiar en vos.
Che, en serio: nunca es tarde.
Ni es ególatra, ni ridículo.
Tu creatividad puede ser tu mejor aliada para construir un negocio con sentido, rentable, real y a tu propio ritmo.
En mi camino, no fue la virtud lo que me trajo hasta acá, fue la necesidad. La vida me empujó a encontrar otra forma de mirar, de crear, de simplemente estar. Y esa fuerza que descubrí, hoy quiero ponerla al servicio de otras mujeres.
Para que vos también puedas vivir de lo que amás, a tu manera, con tu propio fuego.
Un paréntesis: ¿Por qué abrí este blog?
Con este primer artículo, contándote lo que significa la creatividad para mí, quiero romper el hielo. ¿La razón? Y sí, estoy un poco agotada del ritmo de las redes. Publicar por publicar, ver que "todo el mundo" hace lo mismo y medir lo que decimos con la cantidad de likes... ¿O sea, keeeee? Como diría María Elena Walsh, ¿estamos en el mundo del revés?
Ojo, trabajo con las redes y ofrezco servicios de diseño para negocios, así que sería falso o irresponsable decir que no sirven. Las redes me abrieron muchas puertas, me trajeron trabajos, visibilidad, alianzas y amigas. Es obvio que, para un negocio hoy en día, las redes son una vidriera virtual, importantes y necesarias. Casi que no podés no estar. Son un modo rápido y directo de mostrar lo que hacemos, de aparecer como una posible opción.
Pero hoy ya no me generan la misma satisfacción. Y seguramente es la carga que yo le impuse a mi idea de lo que son. Me causan más ansiedad, me hacen compararme y, lo peor, pienso tanto en "cómo debería ser el post" que a veces me quita el tiempo y las ganas de crear de verdad. Un círculo vicioso.
A lo que voy es que no hay una única forma de usar las redes. Lo importante es que las disfrutes y que no sean un peso. Si no te sentís cómoda: delegá, buscá el modo de hacerlo desde un lugar lindo para compartir o explorá otros canales. Pero que eso no apague tu fuego, tus ideas o aquello que tenés ganas de crear. ¿No es una boludez, al fin y al cabo, estar pensando en likes y seguidores? Y más aún si no se transforman en clientes que invierten en tus propuestas. ¿Queremos vender, ayudar o alimentar nuestro ego? Porque claramente no vivimos de likes.
Todo esto para explicarte por qué abrí este blog: para crear un lugarcito donde quiero compartir lo que yo, y muchas mujeres como vos, pasamos... mientras me amigo con mis redes. No quiero dejar de comunicar. Sólo estoy explorando otras alternativas que sean más amigables con mi proceso creativo.
Ojalá te sientas cómoda acá. Te sientas parte. Que busques tu modo de comunicar, donde te sientas genuina y libre.
Si querés dejarme tu respuesta, podés hacerlo por aquí. Va directo a mi casilla de correo.
Un abrazo, Iva